2) Estaba ocupada.
3) Perdí las ganas.
4) Perdí la habilidad.
5) Me obsesioné con otras cosas.
6) Mis manos estaban tiesas.
7) Me distrajo la felicidad.
8) Estaba llorando.
9) Me parece una mierda todo.
10) Estaba disfrutando mi vida.
11) Nada
12) El internet me emputa.
13) Todas las anteriores
14) Ninguna de las anteriores
15) No sé.
16) No entiendo.
17) Otras que no fueron nombradas.
18) whatever
6) Mis manos estaban tiesas.
7) Me distrajo la felicidad.
8) Estaba llorando.
9) Me parece una mierda todo.
10) Estaba disfrutando mi vida.
11) Nada
12) El internet me emputa.
13) Todas las anteriores
14) Ninguna de las anteriores
15) No sé.
16) No entiendo.
17) Otras que no fueron nombradas.
18) whatever
19)...
Tuve muchas razones para no haber escrito aquí desde hace años.
La vida está siendo extraña pero suave conmigo en este tiempo, así que tengo miedo. Si todo continúa como en narrativa, y esto es solo esa tensión que se construye para un momento de desenlace desgarrador... si todo esto es el crescendo para el gran impacto... si todo es antecedente o preámbulo para lo realmente importante, tengo miedo. Agradecimiento con la vida también tengo, pero el miedo lo supera.
Si todo continúa como en narrativa, considerando que la autora soy yo, no tengo la mas minima puta idea de qué hacerle hacer a mi propio personaje. Este personaje está temblando entre hechos buenísimos que no se definen. Este personaje necesita una línea de conflicto, un motivo, un hilo conductor de grandes cosas o un cerrillo que explote todo.
Este personaje está sentado en el piso, pensando, con los ojos húmedos y los párpados pesados, en un cuarto obscuro que huele a velas de vainilla, en una casa con tres televisores encendidos en canales diferentes y a todo volumen. Este personaje siente dolor en la espalda y la boca seca después de haber comido maní con chocolate. Calcula las horas que dormirá si se acuesta ahora y se despierta a las siete de la mañana. Teclea unas cuantas veces más y pone un punto que no es el final.
La vida -y cualquier historia- está inacabada, aun después del fin no hay final.
La vida está siendo extraña pero suave conmigo en este tiempo, así que tengo miedo. Si todo continúa como en narrativa, y esto es solo esa tensión que se construye para un momento de desenlace desgarrador... si todo esto es el crescendo para el gran impacto... si todo es antecedente o preámbulo para lo realmente importante, tengo miedo. Agradecimiento con la vida también tengo, pero el miedo lo supera.
Si todo continúa como en narrativa, considerando que la autora soy yo, no tengo la mas minima puta idea de qué hacerle hacer a mi propio personaje. Este personaje está temblando entre hechos buenísimos que no se definen. Este personaje necesita una línea de conflicto, un motivo, un hilo conductor de grandes cosas o un cerrillo que explote todo.
Este personaje está sentado en el piso, pensando, con los ojos húmedos y los párpados pesados, en un cuarto obscuro que huele a velas de vainilla, en una casa con tres televisores encendidos en canales diferentes y a todo volumen. Este personaje siente dolor en la espalda y la boca seca después de haber comido maní con chocolate. Calcula las horas que dormirá si se acuesta ahora y se despierta a las siete de la mañana. Teclea unas cuantas veces más y pone un punto que no es el final.
La vida -y cualquier historia- está inacabada, aun después del fin no hay final.